El no acepta
Sonriendo,
me dijo que no, que él no sabía bailar muy bien, yo le dije que no pasaba nada,
que yo tampoco, me dijo que no de nuevo, le insistí por tercera vez y otra vez
fue un no, no me dio rabia, siendo sincera lo vi como un reto, hasta que él no
me dijera que sí, esa noche no iba a quedar contenta.
Y
entonces, como si alguien escuchara mis pensamientos, sonó una de mis canciones
favoritas, me hice frente a él y aprovechando que estaba sin sus amigos empecé
a moverme de una manera que ahora que lo pienso no fue lo correcto. Baile, moví
mis caderas de un lado a otro, me cogí el cabello, me acerque a él, lo roce y
me volví a alejar, note que cada vez que hacia eso, sonreía e intentaba acercarme
más, pero yo no accedía, entonces fue como si algo en el despertara, se paró
del asiento me cogió de la mano y me llevo hasta la pista de baile.
Bailamos un par de canciones, estábamos tan
juntos, sentía su cuerpo moverse al ritmo del mío, al ritmo de la música, al
ritmo de la personas alrededor, entre una canción y otra me dijo que estaba muy
linda, que esa noche lo había logrado conquistar, yo me reí y seguí bailando,
no le preste mucha atención, cuanto daría porque en este momento el me dijera
eso de nuevo, que me dijera cualquier cosa.
Cuando
me canse de bailar le dije que me iba a sentar, la verdad en ese momento quería
estar sola, descansar un momento y devolverme para mi casa, entonces, Santiago me
dijo que no iba a dejar a una mujer como yo sola y menos con todas esas personas
extrañas, se ofreció a llevarme hasta mi casa en su auto.
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