Ir a un bar
Decidí
ir a un bar porque quería conocerlo un poco más, grave error, pero pues lo
hecho, hecho esta y ya nada puedo hacer. Me recogió en la noche, me puse
lindísima para él, cuando llegamos al bar pensé que había ido yo solamente pero
no, no es así, me presento a María una mujer muy hermosa, le pregunte
sutilmente quien era y me dijo que una amiga del barrio y que esperaba que no
le molestara su presencia, y yo educadamente le dije no hay ningún problema
además se ve súper buena gente. Realmente al principio María no se sintió pues
se fue a hablar con unos chicos en el bar y me dejo sola con Santiago, hablamos
de mucho y las horas se me pasaron volando. Alrededor de las 12 de la noche maría
lo llamó le hablo al oído y Santiago se fue sin darme explicación alguna, no entendía
nada pues en toda la noche había sido muy atento conmigo hasta me había
regalado una rosa. Sin saber que paso que hacer, lo llame y no me contesto y
ahí entendí que no regresaría al bar, cogí mis cosas y regrese a casa. Espere
toda la madrugada una llamada, un mensaje o una explicación pero no.
A la
mañana siguiente llego a mi casa pidiéndome perdón, que un amigo tuvo una
situación delicada, que no fue la intensión de él dejarme tirada pero que era
necesario. Y fui una tonta porque le creí todo, todo se lo creí, cada palabra,
cada letra, cada caricia. Ese día me prometió que no volvería a pasar pero las
promesas no son para siempre. Recuerdo que meses después me entere que ese día
por el cual me dejo tirada, fue para ir con maría a un motel y yo sigo aquí
decepcionada de un patán como él. Me dijo que volviéramos a salir y así lo iba
a disculpar, pues nunca me iba a volver a sentir decepcionada de nada ni de
nadie.
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